El 27 de Agosto de 1916 empezó la historia.
Con un peso se adquiría una entrada para
presenciar el arranque de una historia que llega hasta hoy, y que envuelve a la
ciudad en innumerables discusiones, cargadas y un sin número de discusiones filofutboleras
en cada mesa de café.
Aunque el precio se consideró caro y discriminatorio
la cancha de Estudiantes en 57 y 1 estaba colmada por las dos parcialidades que
hacían sentir en las tribunas la rivalidad naciente.
El partido lo ganó Gimnasia, aunque el gol
lo hizo un “pincharrata”. Así es, el zaguero Ludovico Pastor convirtió un gol
en su propio arco lo que significó la victoria “tripera”.
¨Los hinchas Triperos esperaron a sus jugadores y con una enorme bandera al frente recorrieron las calles de la ciudad en una gran manifestación. Era la primera vez que hacía explosión el júbilo Gimnasista frente al tradicional adversario de la ciudad¨, recalcó Mercurio en una de sus tradicionales crónicas para Diario El Día.
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