sábado, 29 de diciembre de 2012

22 de junio de 1918. La nevada que hizo nacer el tango "Que noche" de Agustín Bardi

La plaza San Martín nevada

El sábado 22 de junio de 1918, por la noche, una intensa nevada comenzó a caer sobre La Plata y alrededores. En el Bosque llegaron a acumularse hasta 70 u 80 centímetros de nieve.
Un cronista del diario El día señalaba, en relación con el domingo a la mañana que:
"hasta se animaron en alguna calle jóvenes y niñas, a plagiar las batallas de nieve que habían hecho reír en los biógrafos. Se improvisaron artistas en muchos hogares".


"Bajo un viento sur arrachado -agregaba la crónica-, la nieve arremolinaba en turbiones en las calles y plazas. En la San Martín, por ejemplo, y en el inmenso descampado de la Moreno, los viandantes se hundían hasta la cintura. Las construcciones de la Catedral habían tomado el aspecto de una decoración fantasmagórica”


'Las construcciones de la Catedral habían tomado el aspecto de una decoración fantasmagórica”
 
Por la tarde del 28 de junio el Hipódromo desarrolló su reunión hípica habitual. A ella concurrió, como lo hacía con regular asiduidad, el pianista Agustín Bardi, "El Chino", y sus amigos Francisco Castello y Pedro Fiorito.
Agustín Bardi

Terminada la reunión se demoraron cenando en una parrilla cercana. Al finalizar emprendieron el viaje de regreso a Buenos Aires en el Ford a Bigote de Fiorito.
Saliendo de la ciudad, en el viejo camino Centenario llegando al Arco de Pereyra, el automóvil se descompuso y los tres pasajeros quedaron varados ante la imposibilidad de conseguir un taller mecánico a esas horas que los socorriera.
Para colmo de los males, al rato empezaron a caer los primeros copos de nieve. De modo que aquellos viajeros deberían estar entre deslumbrados por el inusitado espectáculo y, a la vez, molestos por el frío y el automóvil que no mostraba la mínima voluntad por volver a arrancar.
Bardi pudo haber experimentado cualquiera de las dos sensaciones o acaso ninguna, ya que estaba completamente abstraído, tarareando las notas de un tango que se le acababa de ocurrir.
La inspiración suele llegar cuando se le antoja y, a veces, no en el momento más propicio para crear una obra de arte. Pero así son las cosas.
La segunda parte de la historia ocurrió ya superado -no sabemos cómo, pero de alguna manera-, el inconveniente.
Agustín Bardi se encuentra, poco tiempo después, con su amigo y colega Eduardo Arolas, en el café T.V.O. del barrio de Barracas. Allí le narró lo ocurrido durante la nevada camino a la Capital, sin excluir el detalle del nuevo tango que se le había ocurrido y que aún no le había encontrado título.
Ni lerdo ni perezoso, “el tigre del bandoneón”, Arolas lo halló y resultó sumamente apropiado:
«Ponele "¡Qué noche!", Chino.»





"Que Noche" de Agustín Bardi por la Orquesta Típica Criolla

viernes, 21 de diciembre de 2012

Talleres Ferroviarios de Tolosa. Cuna de la primera locomotora a vapor argentina

Locomotora a vapor Argentina
Fabricada en los Talleres Ferroviarios de Tolos
Livio Dante Porta nació en Paraná el 21 de Marzo de 1922. Su nombre no pasa inadvertido para quienes conocen sobre ferrocarriles ya que a él se deben numerosas contribuciones al diseño de locomotoras de vapor más eficientes, y es considerado un pionero del renacimiento del vapor como alternativa viable y eficiente de tracción ferroviaria.
Realizó sus primeros estudios  en el Colegio Salesiano de Rosario y siguió la carrera de Ingeniería en la Universidad Nacional del Litoral de Rosario, graduándose en el año 1946 a los 24 años de edad. Hacia 1950, junto a su esposa Ana María Bosco se afincó en Tolosa. Allí materializó las ideas que había empezado a gestar en su época de estudiante universitario.
Livio Dante Porta
A fines de la década de los años 40, en el auge de la privatización de los ferrocarriles, un grupo de destacados profesionales, técnicos y obreros especializados comenzaron a gestar la construcción de la primera locomotora a vapor argentina. El grupo estaba dirigido por el ingeniero Porta y el lugar donde comenzaron las tareas fue Rosario, en la provincia de Santa Fe. Promediando los años 50, las tareas siguieron en los talleres de 56 y 137 y terminó por ser fabricada en los talleres de Tolosa. La máquina estaba dotada con elementos técnicos de avanzada, su puesta en marcha originó una revolución en el mundo ferroviario.  
Dibujo a mano alzada de Porta para el proyecto de la Argentina
El emprendimiento dio lugar a la creación de una fábrica de locomotoras en los talleres de 3 y 526. A la fábrica se le asignaron tres grandes galpones semi destruidos. El primero de ellos estaba en 3 y 526, destinado a la planta técnica y administrativa, otro lindero a la escuela Vucetich y el tercero en la Estación Tolosa, donde funcionaban los almacenes. El ingreso a las dependencias era por 1 y 528 y por 3 y 526. Se construyó una sala de maquinado, incorporándose equipos de última generación de la época, importados de países europeos.
Un empleado de la época recuerda:
“Allí comenzaron a diseñarse los planos para la construcción de las locomotoras. Mientras tanto, la actividad principal consistió en adaptar o remodelar el sistema de tiraje de las locomotoras del Roca, fundamentalmente en la línea 34. Esto consistía en aplicar un invento diseñado por el ingeniero Porta, que posibilitaba la utilización del carbón de Río Turbio con enormes economías. Muchos estudiantes de la época hicieron sus primeras armas en esta organización y aprendieron tareas relacionadas con contabilidad, costos, inventario, tesorería que le sirvieron luego para su gestión profesional”. (1)
La empresa llegó a contar con más de 150 personas, viviendo la mayoría en Tolosa y Ringuelet y el punto de encuentro para almorzar fue la famosa esquina sin ochava de 1 y 528.
La fábrica terminó de funcionar en  1958, cuando la intervención del gobierno de la época desmanteló las instalaciones y distribuyó su contenido a talleres ferroviarios y destinos inciertos
Video de 1949 donde se observa el paso de la locomotora Argentina
por el cruce de Etcheverry


Locomotora a vapor Argentina abandonada en la estación Mate de Luna San Miguel de Tucuman

Otras imágenes


El Ing, Porta brindando una charla sobre su pasión: los ferrocarriles





(1) Testimonio del Sr. Bifaretti antiguo empleado de la empresa recogido por el diario El Día de La Plata.

miércoles, 19 de diciembre de 2012

Monumento a Bartolomé Mitre


En la intersección de las avenidas Iraola y Centenario, en el Paseo del Bosque, se levanta el monumento al general Bartolomé Mitre.

Fue inaugurado el 19 de Noviembre de 1942, como parte de los festejos de un nuevo aniversario de la fundación de nuestra ciudad. La construcción llevaba algunos años. Su piedra fundamental fue colocada el 23 de septiembre de 1937 por el entonces ministro de gobierno Roberto Jorge Noble. En la ceremonia llevada a cabo al pie del futuro monumento dijo:

"La humanidad escogió para honrar los fastos del pasado y las virtudes de sus héroes, el lenguaje mudo pero imponente de la estatua. Traduciendo en piedra indeleble el sentimiento de su veneración, pocas veces fue mejor empleada esta forma de homenaje público como en el caso de la personalidad consular de don Bartolomé Mitre".
 
El monumento concebido por el artista plástico Alfredo Bigatti consta de un gran cuerpo central vertical de carácter arquitectónico en cuyas cuatro caras se presentan esculturas.

Alfredo Bigatti nació en Buenos Aires en 1898. Estudió en la Academia de Bellas Artes de Buenos Aires, donde fue profesor a partir de 1918, y viajó por varios países de Europa (España, Gran Bretaña, Bélgica, Grecia, Holanda y Francia) entre los años 1924 y 1928.

Alfredo Bigatti

Como docente se desempeño en la Escuela Industrial de la Nación Otto Krause y en la Escuela de Artes Decorativas de 1932 a 1952.

Fuertemente influido por Bourdelle, pero también abierto a las innovaciones de las vanguardias, Bigatti abrió, sin recurrir a rupturas arbitrarias, el camino de la modernidad en la escultura argentina.

Perteneció a la Academia Nacional Argentina de Bellas Letras, presidió la Sociedad Argentina de Artistas Plásticos y fue Vicepresidente de la Sociedad de Acuarelistas, Pastelistas y Grabadores. Obtuvo el Gran Premio Nacional de 1935, el Gran Premio de la Expo de París de 1937, y una medalla en la Exposición Universal de Bruselas.

Bigatti tenía una concepción arquitectónica y monumental de la escultura. Fue el más destacado monumentalista argentino de su generación, autor de numerosas obras en las que se rescatan hechos y figuras de la historia nacional. Además de  Monumento a Bartolomé Mitre son obra de su inspiración los monumentos a Roca y la conquista del desierto (Neuquén) y el Monumento Nacional a la Bandera (Rosario), éste en colaboración con José Fioravanti.

Alfredo Bigatti, falleció en la ciudad de Buenos Aires en el año 1964.

Fiel a su concepción estética el monumento a Mitre se concibió con el criterio de que "prevaleciera lo arquitectónico como masa en el espacio" buscando que "los grupos escultóricos formen un bloque único con la arquitectura" y por esta razón "en el concepto plástico de los grupos escultóricos prevaleció siempre la forma concebida a grandes planos".

En relación a su emplazamiento, el cruce de las dos avenidas permiten  dar interés a los cuatro puntos de vista que presenta el monumento, en el cual de distribuyen los temas en los cuatro frentes, manteniendo el frente principal de cara a la ciudad donde está representado Bartolomé Mitre.



En la parte superior del cuerpo del monumento, se observa la personificación femenina de la Provincia, representada en bajorrelieve, porta el laurel. En las otras caras se personifican las facetas de la actividad pública de Mitre: el legislador, con las tablas de la ley, el militar, con la espada en una mano, el historiador, con Clío, la musa de la Historia que lo inspira, y el poeta con la lira; y en la tercera el conductor del pueblo, ejemplificado por una familia de trabajadores.


Clio, la musa griega de la Historia

Las figuras de bronce fueron realizadas por la conocida empresa  "Radaelli y Gemelli". En esta fundición que funcionaba en las calles Juncal y José Uriburu de la ciudad de Buenos Aires se realizaron importantes esculturas de nuestro país y de países vecinos.

Dos viejas postales del Monumento a Bartolomé Mitre

lunes, 17 de diciembre de 2012

Eduardo Bradley. El platense que cruzó por pimera vez la cordillera en globo.

Eduardo Bradley
En 1915 Eduardo Bradley tenía 28 años y era un amante del “arte de la aerostación”. Así se conocía a principios de siglo a la actividad de volar en globo aerostático. Desde hacia seis años volaba en globo y ya se había animado a algunas travesías riesgosas y en su legajo figuraban récords de altura, duración y distancia. Pero quería más.

Y planeó lo que nunca nadie había hecho: cruzar la cordillera de los Andes por aire. El temerario plan se concretó el 24 de junio de 1916,

Eduardo Bradley nació en La Plata el 9 de abril de 1887. Su padre, el fotógrafo Tomás Bradley, el fotógrafo de la fundación de la ciudad,  que se había radicado en la La Plata en 1882.

En 1909, al entrar como socio del Aero Club Argentino, Jorge Newbery, pionero de la aviación en el país, lo hizo debutar a bordo del globo "El Patriota". A partir de entonces la fiebre por este modo de vuelo introducido en el país por Aarón de Anchorena  y el mismo Jorge Newbery  en1907, ya no lo abandonaría.

En 1914 el aeronauta platense pensó por primera vez llevar adelante la titánica tarea de cruzar la cordillera de Los Andes. Según sus cálculos, para esta tarea, se necesitaba un globo grande impulsado por hidrógeno y una vez alcanzados los ocho mil metros aprovechar los vientos huracanados.

En “La travesía de los Andes en globo", libro en que Bradley relata su proeza recuerda:

"Esta empresa fue planeada por el malogrado ingeniero Jorge Newbery hace varios años y después de efectuar algunos estudios en Santiago de Chile la abandonó dando a entender que era irrealizable".
La travesía de Los Andes en globo. Libro de memorias escrito por Bradley

Pero no era cierto. A las 8:25 de la mañana del 24 de junio de 1916, Eduardo Bradley y Angel María Zuloaga subieron al "Eduardo Newbery", en las afueras de Santiago.

Eduardo Bradley y Angel María Zuloaga momentos antes de emprender la travesía

 Cuando alcanzaron los 4.000 metros se desprendieron de las primeras bolsas de arena que usaban como lastre para que el globo continuara su ascenso. A los 6.500 metros se colocaron las máscaras de oxígeno y arrojaron más lastre. Cuando el barómetro marcó 7.000 una corriente huracanada los empujo hacia el este, rumbo a Argentina. Les faltaban mil metros más para alcanzar una altura ideal y no correr peligro. Como ya habían tirado toda la arena, tiraron al vacío la comida, los instrumentos de medición y de haber sido necesario -escribió Bradley- eran capaces de "arrojar la barquilla y sentarse en el aro del globo". Llegaron a los 8.100 metros. El viento era cada vez más fuerte y el frío llegaba a los 33 grados bajo cero. Cuando divisaron el cerro Tupungato sintieron que la mitad de la travesía estaba cumplida. Faltaba el descenso. Al bajar soportaron vendavales y remolinos, pero lograron aterrizar sin grandes problemas en el Cerro de la Cepa, al pie de Uspallata, a los doce del mediodía.

Posteriormente Bradley se dedico a la aeronavegación comercial desarrollando un emprendimiento que serviría al territorio Sur de Argentina y Chile. Fue, asimismo gerente de la compañía NYRBA, pionera de los vuelos interamericanos; gerente de Pan American Grace Airwais y luego Presidente de Pan-American Argentina; integrante de la dirección de “Aerovías Argentinas”, empresa que no llegó a volar debido la creación de la estatal Aerolíneas Argentinas.

Eduardo Bradley murió el 3 de mayo de 1951 en Buenos Aires, su esposa Águeda Barrera de Nicholson y sus hijos Águeda María, Eduardo y Noemí Susana, lo sepultaron en el cementerio de la Recoleta.

Bóveda en el Cementerio de la Recoleta donde
descansan los restos de Eduardo Bradley


Placas conmemortivas de la travesía de Los Andes


jueves, 13 de diciembre de 2012

1904. En La Plata se publica la primera edición sudamericana de El ingenioso Hidalgo Don Quijote de la Mancha

Reproducción del emblema de Juan de la Cuesta como Don Quijote apareció en 1605 y 1615
El emblema representa un león dormido y un halcón rodeado por la cita "Post tenebras spero lucem"
(Después de las tinieblas espero la luz), lo que dicho de América aparece en el Libro de Job: XVII, 12
y don Quijote se usa en el capítulo 68, parte II .

En el año 1884 se funda en nuestra ciudad la primera librería. Pertenecía a la firma Solá, Sesé, Larrañaga y Cia. y funcionaba en la calle 46 y 8. Posteriormente por cambios en la sociedad se traslada a diagonal 74 y 46.
La “Librería de Sese” rápidamente se convierte en un punto de reunión en la joven ciudad. Era común ver entre sus contertulios a Luis Ricardo Fors, Daniel Goytía, Julián Solveyra, Joaquín Carrillo, Pedro Delheye, Alejandro Korn, Adolfo Saldías, Adolfo Moreno, Enrique Rivarola entre otros.
Paralelamente a esta actividad, en los fondos del local, sus dueños deciden instalar una pequeña imprenta comenzando así como editores. Con el correr de los años esta nueva actividad se incrementó hasta que en 1904 dan a luz la edición de una obra que les daría trascendencia internacional. Se trataba de la publicación de El ingenioso Hidalgo Don Quijote de la Mancha de Miguel de Cervantes Saavedra.
Lo destacable es que después de 300 años de publicada por primera vez este clásico universal, la de los Talleres gráficos de Sesé y Larrañaga se convertía en la primera edición sudamericana en su versión integral.
El único antecedente era una edición uruguaya del año 1880 que además de contener algunos errores no se trataba de una versión completa de la obra.
La dirección de esta primera edición estuvo a cargo de unos de los habitué de la librería, Luis Ricardo Fors, un erudito en la obra de Cervantes.

Luis Ricardo Fors.

Fors nació en 1843 en Barcelona. Estudió Derecho en la Universidad de Barcelona y fue luego abogado de la casa de Medinaceli, en la que desempeñó también los cargos de archivero y bibliotecario adjunto, trabajos que le serían en el futuro muy útiles.
Participó en el movimiento republicano de julio de 1866, por lo que tuvo que emigrar a América.
Este catalán republicano fue además un reconocido cervantista, un propulsor de la enseñanza de la bibliotecología y un abogado con gran participación política. Su figura estuvo vinculada al partido radical y a la masonería.
Ya en La Plata presidió en 1896 la "Liga Liberal", mezcla de partido político, club y sociedad de educación democrática y anticlerical integrada por un grupo de masones que habían formado la "Unión Cívica" y se hallaban desilusionados por la política abstencionista tras la derrota de la revolución radical de 1893 que se había vivido con intensidad en La Plata.
Entre 1898 y 1908 dirigió la Biblioteca Pública de la Universidad de La Plata. En tal carácter y a partir de su convicción laicisista organizo actividades de extensión que comprendieron sus  famosas “lecturas dominicales”, sermones laicos planteados en directa competencia con la misa, a través de charlas y conferencias abiertas que protagonizaban distintas personalidades.
Su pasión por la bibliotecología le hizo llevar adelante el primer intento de organizar la enseñanza bibliotecaria en la Argentina.
En febrero de 1904 elevó un proyecto al Poder Ejecutivo de la Provincia de Buenos Aires proponiendo la creación de una escuela especial para bibliotecarios. El proyecto especificaba gran cantidad de cuestiones pedagógicas sobre la enseñanza del tema y, entre sus fundamentos, destacaba que “así se podrá ofrecer un porvenir honroso y útil ocupación a la juventud estudiosa de ambos sexos que anualmente sale  de los establecimientos platenses de enseñanza”.
Uniendo su erudición cervantina con su pertenencia a la masonería también publicó trabajos donde pretendía encontrar simbologías esotéricas y anagramas en el Quijote.  En esta línea escribió obras como Criptografía quijotesca, Anagogía del Quijote y Espíritu del Quijote.

Fue también autor de obras de metodología más positivista sobre el Quijote y Cervantes : Filosofía del Quixote ordenada alfabéticamente, Las mujeres del Quijote, Vida de Cervantes, El escudo cervantino y Cartas cervantinas.

La edición del Quijote en nuestra ciudad fue publicada en 1904 y en su portada se lee:
Primera edición Sudamericana, ilustrada y precedida de la vida de Cervantes.

Estas páginas sobre la vida de Cervantes fueron escritas por Luis Ricardo Fors de la cual también existe una edición individual del año 1916.

En la portadilla se lee la siguiente dedicatoria:

Dada a luz en homenaje a este inmortal escritor al celebrarse en la ciudad de La Plata el tercer centenario de la impresión y publicación de la célebre obra.

 

En cuanto a las ilustraciones contiene una imagen del busto de Miguel de Cervantes Saavedra que “… la Comisión Ejecutiva perpetúa en la Biblioteca Pública de la ciudad de la Plata la celebración del Tercer Centenario de la impresión del Quijote".




Los grabados se deben a dos ilustradores: Ricardo Balaca y Canseco y a José Luis Pellicer y Fener.

Ricardo Balaca y Canseco fue pintor de retratos y batallas, también se desempeño como ilustrador. Su formación la recibió en Lisboa, ciudad en que nació en 1844, Londres, París y Madrid. Falleció en su ciudad natal en 1880.

Don Quijote trata de ajustar la cuenca del barbero (el yelmo de Mambrino) en la cabeza, mientras que Sancho le observa.
El escudero tiene una pose fotográfica. En el fondo, el burro de Sancho y la mula del barbero.
No se ha incluido la figura tradicional del barbero huyendo.


Don Quijote se prepara para luchar con un león mientras permanece en su jaula con la puerta abierta.

Escena, resuelta de acuerdo a la composición utilizada desde Savery (Dordrecht: Savery, 1657),
El mayor interés de este ejemplo es la variedad de ropa populares españoles, la escena resulta pintoresco y folclórico.



José Luis Pellicer y Fener fue un pintor e ilustrador. Nació en Barcelona en 1842. Se desempeño como director del Museo del Grabado de Barcelona y fue el primer presidente del Instituto Catalán de Artes del libro. Fallece en Barcelona en 1901.
 
 
Don Quijote, en la cama, hace su voluntad rodeado por el barbero, Sansón Carrasco,
el notario, el ama de llaves, al sacerdote, Sancho y la sobrina.
 
Don Quijote y Sancho arrodillados ante tres labradoras, La representación ha sido concebido de una manera muy realista


Don Quijote se encuentra vencido por el Caballero de la Blanca Luna en la playa de Barcelona.
Escena a menudo representado en las ediciones anteriores (desde Dordrecht: Savery, 1657), por lo que es menos original.


lunes, 10 de diciembre de 2012

El Teatro del Lago

El Teatro del Lago, oficialmente llamado "Anfiteatro Martín Fierro", es parte insustituible del paisaje de nuestro bosque. Esta construido sobre la “isla del lago” y tiene una capacidad para 2000 espectadores.
El primer antecedente del actual teatro data de principios del siglo XX. Si bien no existe documentación, por crónicas de la época sabemos que el Sr. Nicolás Cuccolo, inmigrante de origen italiano, en el año 1902 se dirige al Gobierno Provincial solicitando la concesión de una parte del paseo del bosque. Se trataba de explotar la isla existente en el Lago y establecer allí una sala dedicada a ofrecer espectáculos al aire libre. Es en este momento que nace el “Teatro del Lago” nombre con el que hasta el día de hoy es comúnmente  llamado por los platenses.
Se trataba de una edificación de madera constituido por un patio de butacas rodeado de una galería con una capacidad para 100 espectadores.
Paralelamente en el año 1911, por iniciativa del entonces Gobernador de la provincia de Buenos Aires, General José Inocencio Arias Otero la Legislatura de la Provincia sanciona la Ley 3.373 autorizando al Poder Ejecutivo a invertir 150.000 pesos moneda nacional en la “construcción de un pabellón de verano y un nuevo teatro” en remplazo al existente.

General José Inocencio Arias Otero (1)

En 1914, por ley Nº 3562 se autoriza a invertir 98.650 pesos moneda nacional para terminar la obra del “Teatro del Lago de la ciudad de La Plata”. Pasando esta a ser la denominación oficial.
Bajo la dirección de Nicolas Cuccolo, ese año se inaugura parcialmente la obra poniéndola en funcionamiento como sala cinematográfica.
Se trata de una sala con capacidad para 500 espectadores y consta de un patio de butacas con plateas y palcos.
Un año después, en febrero de 1915 comienza a funcionar también como teatro.


Según señala Roberto Abrodos en su página La Plata Mágica  en enero de 1915 se “exhibía allí la película "Piel de Oveja", en 5 partes. Componían el programa, además, " La Opera en el Rancho", en 5 partes; "El suplicio del silencio", en 8 partes; "Papá Martín", en 9 partes, y "El buen Caballo".
El anfiteatro sigue siendo administrado por la firma Cuccolo & Cia, hasta que en 1918 vende su concesión del “Teatro del Lago y anexos” a la sociedad Santiago Dezza.
Las temporadas se suceden hasta que en 1940, por razones que se desconocen, es demolido el edificio en su totalidad.
Luego de 9 años y como parte de los festejos del 67 aniversario de la Ciudad, es reinagurado el teatro, esta vez bautizado “Teatro al aire libre”. A la ceremonia que se llevó a cabo la noche del 18 de noviembre de 1949 asistió el Gral Juan Domingo Perón, entonces Presidente de la República, acompañado de su esposa Eva Duarte. Completaban esta comitiva el Gobernador de la Provincia, Mercante y el Presidente de la Cámara de Diputados de la Nación, Campora.

El Teatro del Lago a pocos años de su inaugaración. Nótese que bajo el tachado se lee Ciudad Eva Perón.

A partir de esa fecha no se ha alterado significativamente el proyecto original que fue concebido por el Ministerio de Obras Públicas de la Provincia en el año 1945 a través de su Dirección de Arquitectura.
Su diseño se inscribe en la denominada Arquitectura Monumental de Estado de la primera época del peronismo. A diferencia de la arquitectura del liberalismo, ya no se buscaba exponer el prestigio de las Instituciones sino mostrar la presencia efectiva y poderosa del Estado, expresada a través del sentido del orden y la verticalidad. La arquitectura europea de la época, sobre todo la de la Italia de Mussolini, era el modelo a seguir.
En el Teatro del Lago la ideología de esta arquitectura se representa cabalmente a partir de la escala y del desarrollo del edificio a partir de un eje de simetría.
El acceso al conjunto, que se halla implantado en la “isla” del lago, se hace a través de un puente que desemboca en un Pórtico Monumental. Este consta de tres arcos coronado por un frontis recto.  A sus lados se desarrolla una balustrada perimetral.


Traspasado este espacio semi cubierto que actúa como  transición entre la calle y el “interior” se encuentra la sala al aire libre delimitada por dos grandes pérgolas perimetrales que a modo de brazos contiene al patio de butacas.  Estas pérgolas no acompañan el desnivel del piso funcionando como palcos para los espectadores.


Cerrando el conjunto, y en línea con el pórtico de entrada, se encuentra el escenario. Se trata de un edificio exento en todo su perímetro. Su planta es oval y está coronado por una cúpula. En unos de sus lados se abre la boca del escenario. Este edificio también alberga las instalaciones de apoyo para la actividad que se desarrolla.


Todo el conjunto se encuentra rodeado de terrazas con balustradas. La vegetación existente en la periferia del edificio actúa como cerramiento para controlar el acceso sin recurrir a muros.
El 27 de octubre de 2011, la  Comisión Nacional de Museos, Monumentos y Lugares Históricos ratifico una serie de bienes patrimoniales de la ciudad de La Plata entre los que se encuentra el Teatro del Lago, la gruta y el mismo lago considerados como un único conjunto arquitectónico.

Notas:
(1) El General José Inocencio Arias Otero nació en Buenos Aires, el 28 de diciembre de 1846; de brillante trayectoria en la carrera militar se desempeñó como gobernador de la provincia de Buenos Aires durante la presidencia del doctor Roque Sáenz Peña que significó la consolidación de una época de gran prosperidad y cuyos ideales se concretaban a través de un colosal y vasto plan de obras públicas. Arias falleció en ejercicio de su cargo el 11 de septiembre de 1912.